Tras medio año de haber finalizado el Camino del 2.013, de no haber hecho siquiera su resumen ni de haber vuelto a dar una sola pedalada desde entonces, toca empezar a planificar el Camino del 2.014.
El Camino del año pasado fue punto de inflwxión en varias cosas: no nos juntamos para hacerlo el grupo habitual de otros años, por exigencias del guión lo hice en Septiembre en vez de primavera, el Camino realizado fue un experimento que hice combinando diversos caminos menos conocidos junto con variantes diseñadas por mí, fue una ruta que en lo físico fue de lo más exigente que puede hacerse con unas alforjas, la preparación con la que se afrontó era escasa y, en definitiva resultaba ser una prueba de si era capaz de afrontar rutas de gran recorrido muy exigentes físicamente.
Y creo que el resultado fue existoso. Así que este año empiezo a plantarme algo similar al del año pasado, en las mismas fechas, pero de mucha menos montaña y mucha más distancia. Sabiendo en lo hecho el año pasado que soy capaz día tras día de subir muchos puertos de montaña al día con las alforjas, este año cambiaré la exigencia física por darle una vuelta de tuerca a la exigencia psíquica. Si el tener que morirte día tras día encima de la bici subiendo innumerables puertos necesita de constancia y fuerza psíquica, el hacer casi 100 km todos los días durante casi un mes entero, sin descanso, necesita de esa vuelta de tuerca psicológica que decía.
Será un paso más en lo que sin duda atacaré en próximos años: la peregrinación a Roma y a Jerusalem.
Así que este año ya estoy planificando algo que, como el año pasado, combina gran parte de tres caminos conocidos: el Camino del Cid, el Camino del Levante y el Camino Real de Guadalupe.
Dispondré de unos 25 días para hacerlo. Serán unos 1.700 kilómetros. Veremos.