martes, 5 de mayo de 2015

Día 3. El Burgo de Osma - Atienza 92,68 Km

Kilómetros: 92,68
Distancia ascendiendo: 54,26 km 
Desnivel acumulado positivo: 1.509.60 metros
Altura máxima: 1.377,70 metros
Porcentaje máximo de subida: 12,69%
Porcentaje máximo de bajada: 16,55%
Tiempo pedaleando: 6:48 horas
Tiempo ascendiendo: 4:53 horas
Vel. media en movimiento: 13,65 km/h
Vel. media total: 9,01 km/h
Vel. máxima: 58,84 km/h
Atravesando la plantación de manzanos
La plantación desde Navapalos
El Duero y la fortaleza de Gormaz
Camino de Aguilera y Berlanga de Duero
Los llanos de Atienza desde el puerto de La Carrascosa
Atienza
 De nuevo noche reconfortante, descansando para afrontar un nuevo día de calor y más kilómetros. Tras el día "relajado" de ayer, hoy me tocará sufrir bastante, con avería mecánica incluida. Hoy la mayor parte del recorrido es ascendente, con un sol de justicia, atravesando zonas rurales de Soria que constituyen las zonas más despobladas de la Europa occidental.

Comienzo de nuevo a dar pedales con la fresca, aunque sin madrugrar en exceso, a las 09:00. Vuelvo sobre mis pasos hacia La Rasa, donde está la plantación de manzanos más grande de Europa. Atravesarlo impresiona y aún más verlo desde el alto en el que se enclava Navapalos. Navapalos está semiabandonado. Actualemnete solo vive una pareja de chavales que mantiene lo poco que está reconstruido. Aunque me sea difícil de creer, el chaval tiene sello y bien chulo por cierto.

Desde Navapalos continuo por carretera hasta Vildé, donde con ganas de abandonar ya el asfalto, pregunto a un paisano que por dónde se toma el camino hacia Gormaz. No duda en decirme que no me compensa porque el camino es malo y lleno de espinos que me hará pinchar de continuo. No dejo que me insista y sigo por carretera hasta las faldas de Gormaz. Me planteo subir hasta la fortaleza con la bici, pero ante la duda de que me sellen o de que esté abierto siquiera, y dado que ya lo conozco, opto por seguir el Camino sin más. Son las 10:40 y llevo ya 22 kilómetros recorridos. Desde aquí mi idea es atravesar por una de las zonas más despobladas de España en dirección a Atienza.

Tomo dirección Recuerda, en donde desayuno algo, y ya por camino hacia Berlanga de Duero. Todo intento de sellar en los pueblos por lo que paso resultan vano. Recorro Aguilera entera de la mano de una paisana a la que por preguntar por quien lleva el sello resulta tan amable que me hace recorrer todas las casas, pero nada de nada.

A Berlanga de Duero llego, tras casi 40 kilómetros, a las 12:00. El recorrido hasta ahora ha sido mayoritariamente llano o descendente. Despues de sellar en la oficina de turismo paro a comer algo rápido en un bar de la plaza. Hoy hay mercadillo. El pueblo está muy animado. Hace un día de calor del bueno.

De Berlanga salgo a las 12:45, por carretera en ascenso, en dirección Paones y Brías, buscando Retortillo de Soria. Voy por carreteras locales pero tengo delante de mí casi 30 kilómetros en continuo ascenso. Y un sol de justicia encima mío.

Al llegar a Abanco son las 14:10. He hecho 55 kilómetros y no hay ni un bar en ninguno de los pueblecitos por los que paso. Es más, es que no se ve absolutamente a nadie por ningún sitio. Supongo que sí vivirá gente, pero no se ve a nadie. Al menos voy pudiendo rellenar de agua fresca en las fuentes de los pueblos.

Desde Abanco sigo por camino, llano al principio pero en ascenso según me sigo adentrando en los montes donde hay varias tainas donde se cobijan los pastores, en dirección Torrevicente y Retortillo.

A pocos kilómetros antes de Torrevicente, en una subida pronunciada, se me parte la cadena. Vaya castaña de cadena me pusieron el año pasado. Y por no planificar ni preparar nada antes de empezar el Camino resulta que a ir a coger el eslabón de enganche para arreglar la cadena compruebo que no lo llevo.

Miro en el mapa que relativamente cerca tengo una carretera por la que puedo llegar a Retortillo de Soria como en 10 kilómetros. Son las 15:00. María José estará saliendo del trabajo. Al llegar a la carretera compruebo que tengo cobertura, así que la llamo y le digo lo que me ha pasado y que tiene que hacerme el favor de ir a comprarme un eslabón de enganche y traérmelo. Yo calculo que en ir a comprar el eslabón le puede costa poco menos de una hora, y en llegar a Retortillo algo menos de dos horas. Así que con suerte, y haciéndome María José ese favor, podría seguir Camino a eso de las 18:00. En ese intervalo de tiempo iré empujando la bici hasta Retortillo.

Logro llegar a Retortillo a las 16:15. Afortunadamente parte del trayecto era bajada y no tenía que empujar la bici. Casualidades de la vida, despues de no ver prácticamente un alma en dos días, al entrar a Retortillo de Soria me cruzo con una pareja de bicigrinos. Al chaval le pregunto que si tiene un eslabón de enganche y resulta que sí lo tiene. Estoy salvado. Llamo a María José para que no haga nada y resulta que aún anda en casa comiendo. Pues nada.

Tras arreglar la cadena y comer un bocata prosigo ruta, por carretera, a las 17:15. Llevo 66 kilómetros y el parón de lo de la cadena me ha supuesto perder 2 horas. No hay problema. Continuo hasta Miedes de Atienza tras pasar el puerto de La Carrascosa, donde de nuevo por camino sigo el track que me hace dar una vuelta, que voy disfrutando, hasta llegar a Atienza. Entro en Atienza a las 19:15 despues de 92 kilómetros de etapa.

Etapa la de hoy con mucho desnivel acumudado de subida y casi 7 horas pedaleando, de las cuales casi 5 han sido ascendiendo. Me sentará bien una buena ducha y acostarme temprano para poder recuperar el cansancio del día.

En Atienza sello en un bar en la plaza del pueblo y me voy a alojar en un pequeño hotel en el que me meto duchazo y ceno tan tranquilamente. Tras un paseo muy agradable a la luz de la luna, me voy a dormir poco despues de las 22:00. Mañana hay que seguir la ruta.

Hoy he pasado por El Burgo de Osma, La Rasa, Navapalos, Vildé, Recuerda, Morales, Aguilera, Berlanga de Duero, Paones, Brías, Abanco, Retortillo de Soria, Miedes de Atienza, Romanillos de Atienza, Casillas, Bochones, Atienza.

Día 2. Santo Domingo de Silos - El Burgo de Osma 85,18 Km

Kilómetros: 85,18
Distancia ascendiendo: 40,73 km 
Desnivel acumulado positivo: 922,50 metros
Altura máxima: 1.143,70 metros
Porcentaje máximo de subida: 19,33%
Porcentaje máximo de bajada: 13,68%
Tiempo pedaleando: 5:14 horas
Tiempo ascendiendo: 3:01 horas
Vel. media en movimiento: 16,25 km/h
Vel. media total: 9,70 km/h
Vel. máxima: 48,45 km/h
Ruinas romanas de Clunia

Llegando a Alcubilla de Avellaneda

Entrada a El Burgo de Osma desde La Rasa

Torre de la Catedral de El Burgo de Osma desde el albergue

Plaza Mayor de El Burgo de Osma

El Burgo de Osma

He dormido del tirón. Ayer quedé con el monje que a las 08:00 me marcharía, así que a esa hora se llega por el albergue. Le doy 10 € de donativo y saco la bici y las alforjas. Paso por la plaza del pueblo a reponer agua en la botella mientras decido si empiezo el día subiendo por el monte en dirección aHuerta del Rey o si bien empiezo por carretera a través de la Yecla hasta Caleruega. Como la última parte del día de ayer me resultó tan penosa y ante el riesgo de que si tiro por monte sea más de lo mismo, algo que intuyo leyendo la poca documentación que cogí en Burgos, me decido finalmente por empezar tranquilamente por carretera.

Bueno, lo de tranquilamente es un decir porque para pasar La Yecla me toca subir 7 kilómetros, que siendo las 08:30 de la mañana no me parece mala idea. El día vuelve a amanecer fresco pero se atisba día despejado y caluroso.

Hasta Caleruega hago todo por carretera y tras 20 kilómteros me llego a las 09:55. Paro en un bar a desayunar café con magdalenas. Trato de sellar. Es difícil porque, como me ocurrirá en casi todo el Camino, el sitio donde sellan está cerrado y no abre hasta dentro de una hora. Al final logro que me sellen aunque no hayan abierto y continuo mi camino, ahora de nuevo por caminos, en dirección Peñalba de Castro y Coruña del Conde. En Peñalba de Castro paso junto a las ruinas de la ciudad romana de Clunia, donde destaca su fabuloso anfiteatro.

Antes de Coruña del Conde se llega a Peñalba de Castro, junto a Quintanarraya, a donde habría llegado si esta mañana hubiera salido por monte desde Santo Domingo. Son las 11:30 y según el camino oficial ahora debiera desviarme en dirección oeste hasta Langa de Duero para despues casi volver sobre mis pasos hasta San Esteban de Gormaz.. Y no sé por qué me da que si me evito ese bucle como que no me pierdo nada, así que me decido a saltarme ese trozo y seguir en línea recta dirección Sur en busca de San Esteban, pasando por Hinojar del Rey y Matanza de Soria.

Hasta Alcubilla de Avellaneda lo hago por monte, por un camino bien agradable de ir y, como va a ser habitual en este Camino, yendo yo solo sin encontrarme a nadie en mi trayecto. Llego a Alcubilla a las 12:30 y, aunque parezca un poco pronto, pido un bocadillo en el bar donde sellan el Salvoconducto. Así tendré toda la tarde para hacer el máximo posible de kilómetros y tratar de llegar a El Burgo de Osma y evitar llegar a algún pueblo pequeño donde pueda encontrame sin alojamiento.

Reanudo la marcha a las 13:20 llevando ya recorridos 42 kilómetros. Voy bien. Como me estoy separando del Camino oficial no dispongo de track que seguir, por lo que tomo carretera hasta el mismo San Esteban de Gormaz.

Llego a San Esteban de Gormaz a las 14:40 tras 66 kilómetros. Llevo un día fantástico de promedio, aunque bien es cierto que mayoritariamente por terreno de ligero descenso. No logro sellar y me paro a tomar un par de botellines con un par de montados. Hace un calor sofocante. El del bar es un chaval joven que me dice que puedo llegarme hasta San Esteban mitad por camino y mitad por carretera sin circulación en paralelo a la carretera nacional.

Así lo haré y me llego por camino muy llano hasta Pedraja de San Esteban y desde allí, por carretera local, hasta La Rasa. Son las 16:45, llevo hechos 78 kilómetros y busco un alojamiento aquí porque el Camino mañana sale desde aquí. Pero no lo encuentro, así que me decido a hacer los 7 kilómetros que me separan de El Burgo de Osma para hacer noche allí.

Llego al Burgo a las 17:15. Hora más que temprana despues de haberme hecho 85 kilómetros. Así que busco sitio para sellar, que es la oficina de turismo, y de nuevo imposible porque está cerrado. Parece mentira, me voy a perder la mitad de los sellos porque siempre están cerrados los sitios para sellar.

Veo que hay un albergue. Busco el telefono y llamo. Está abierto. Es grande y no hay nadie. Parece que solo dormiremos dos personas hoy en él. Es lo que tiene ir por estos sitios tan poco transitados de peregrinos: o no encuentras sitio o si lo encuentras está vacío.

El albergue está en las afueras, al lado del río y próximo a la catedral. Despues de la necesaria ducha me doy un paseo tranquilamente por todo el pueblo y compro unas zapatillas en una tienda. Tras dos días de intenso pedaleo, las que uso para vestir y que me he visto obligado a usar en la bici están echándose a perder. Así además tengo calzado de repuesto por si me llueve.

Echo la tarde más que tranquilamente en El Burgo, ceno como un marqués en la plaza del pueblo, con torreznos de Soria incluidos, y me voy a dormir a eso de las 22:30. Me meto en el saco y duermo del tirón, como un niño chico.

Hoy he pasado por Santo Domingo de Silos, Hinojar de Cervera, Hortezuelos, Espinosa de Cervera, Caleruega, Arauzo de Torre, Peñalba de Castro, Hinojar del Rey, Alcubilla de Avellaneda, Zayas de Bascones, Villálvaro, Matanza de Soria, San Esteban de Gormaz, Pedraja de San Esteban, La Rasa, Osma, El Burgo de Osma.

Día 1. Traslado a Burgos y Burgos - Santo Domingo de Silos.72,99 Km

Kilómetros: 72,99
Distancia ascendiendo: 42,38 km 
Desnivel acumulado positivo: 1.178,70 metros
Altura máxima: 1.157,30 metros
Porcentaje máximo de subida: 12,21%
Porcentaje máximo de bajada: 14,75%
Tiempo pedaleando: 6:23 horas
Tiempo ascendiendo: 4:37 horas
Vel. media en movimiento: 11,45 km/h
Vel. media total: 7,98 km/h
Vel. máxima: 62,16 km/h
Saliendo de Burgos
San Pedro de Cardeña

Monumento al Cid a la salida de Mecerreyes
Mecerreyes

Covarrubias
Camino de Retuerta a Santo Donigo de Silos

Comienzo el relato de mi Camino del 2.014 a los casi 8 meses de haberla finalizado. Tendré que hacer memoria de lo mucho que me aconteció para poder reflejarlo en estas entradas del blog. Veremos de lo que me acuerdo. Lo que sí hice en su momento fue rectificar las distancias y alturas erróneas del gps que grabé según hacía la ruta y son las que reflejaré en los detalles de cada etapa.

Como ya ocurriera en el Camino que hice en el 2.013, este del 2.014 también lo realizaré en Septiembre en vez de en primavera. El año pasado el cambio de fecha fue obligado porque había sitios de alta montaña por los que debía pasar en los que la nieve no se retiró hasta mediados de Junio y ya no me parecía buena época para abordar la ruta. Este año en primavera tampoco me animé a hacerla y dejé de forma natural que el tiempo me llevara a hacerla en Septiembre. Y si ya el año pasado diseñé una ruta muy exigente, practicamente de alta montaña la primera semana y pico, a la que sólo se apuntó Luis en el último momento, este año la ruta no tiene nada que ver y me planteo realizarla yo solo ya que no veo gran disposición en ninguno de mis colegas habituales.

Haré el Camino del Cid siguiendo lo más fielmente el trazado de la ruta oficial. Lo empezaré a primero de septiembre, según termine mis vacaciones estivales, y sin haber planificado prácticamente nada. Lo único que he hecho antes de las vacaciones es solicitar el Salvoconducto del Camino, que me llega a casa por correo ordinario, y descargar en el móvil los tracks de la ruta a seguir. Lo demás casi que lo dejo al azar, pensando que este Camino me ha de servir como prueba para ver si puedo ir yo solo en una ruta de muchos días sin tener nada planificado, sorteando por mí mismo los problemas o inconvenientes que puedan surgir, disfrutando de la bici y de la ruta, sin tener nunca la tentación de coger un autobús y volverme a casa pese a las dificultades o cansancio que me puedan surgir. Porque si algún día me decido hacer Roma o Jerusalén, ese será el planteamiento al que me veré obligado.

Así que regresado de las vacaciones el sábado 30 de Agosto, el domingo 31 de Agosto comienzo a preparar el material a llevar en las alforjas y compruebo el estado de la bici. A diferencia de años anteriores, ni la he revisado ni nada por el estilo; total, el año pasado la revisé a fondo y solo me sirvió para que se me rompiera la cadena el segundo día al iniciar la montaña, para ir sufriendo con el cambio de contínuo y para perder el cuentakilómetros. Ya veremos como se comporta la bici con el tute de día tras día haciendo kilómetros por el monte sin parar.

Tengo billete para el autobús que sale de Avenida de América hacia Burgos. Es el mismo del año pasado, sale a las 07:30. Lo compré por internet, en una promoción, y me sale más caro el billete de la bici que el mío; qué cosas.Y como el año pasado, María José tiene la delicadeza de llevarme en coche hasta allí. Había pensado ir desde casa ya pedaleando, lo que me hubiera supuesto como hora y media, pero no me aporta nada y así madrugo menos y ella puede llegar a tiempo al trabajo. La verdad es que, como siempre, María José y mis hijos siempre han estado ofreciéndose en todo en mis Caminos. Nunca se lo agradeceré suficientemente.

El lunes 1 de Septiembre a las 06:30 estoy metiendo la bici y los bultos en el coche y llegamos al intercambiador a las 07:00. Este año, como no he preparado nada, no llevo embalaje para el transporte de la bici en el autobús. El año pasado llevábamos unas bolsas magníficas y el conductor nos puso pegas. Este año no llevo nada y el conductor no me dice nada y salimos hacia Burgos con total normalidad. Llego a Burgos a las 10:00, monto la bici y salgo de la estación de autobuses con dos intenciones: desayunar e ir a la oficina del Camino el Cid a dar las gracias por haberme mandado el Salvoconducto a casa y poner el primer sello en él. Hago ambas cosas y aprovecho para ponerme la ropa de ciclista en el baño de la cafetería (había ido vestido de civil en el autobús). Primer error detectado por la improvisación en la prepación de la ruta: me he olvidado de las zapatillas para pedalear, así que pedalearé con las de vestir. Mal asunto no tener calzado para cambiarse.

A las 10:54 empiezo a pedalear buscando la salida de la ciudad para empezar mi Camino del Cid 2.014. Trataré de seguir todo lo que pueda por caminos, evitando asfalto, aunque veo que en la documentación que he recogido del Camino hay muchas zonas en las que se aconseja evitar los caminos con la bici. Ya lo podré constatar en los días sucesivos.

El día es bueno, la temperatura muy agradable, y salgo de Burgos buscando caminos que me lleven a San Pedro de Cardeña pasando por Cortes. Tras un ligero percance que me hace perder algo de tiempo (se me cae algo de documentación y he de deshacer unos 5 km hasta verla en el suelo y recuperarla) llego a San Pedro de Cardeña a sellar y ver la iglesia. Sellar logro sellar, pero la iglesia apenas pude verla, ni la capilla con los sepulcros del Cid y de Doña Jimena, ni el claustro.

Será una constante durante todo el viaje llegar a lugares donde tienen el sello oficial (los sellos del Camino del Cid son realmente bonitos) y no poder sellar porque el sitio donde tienen el sello está cerrado. Es una lástima. Lo mismo ocurre con iglesias y otros lugares de interés, aunque esto lamentablemente es común a otros Caminos también.

Prosigo por camino en dirección Modúbar de San Cibrián. Al pasar por una finca llamada Casa del Monte me pierdo por mala indicación del camino y no logro dar con el camino correcto hasta pasada casi media hora.

Los caminos por los que se transita son muy asequibles y agradables de recorrer, sin grandes dificultades por ahora y con una temperatura que pasa de agradable a alta. Hay alusiones al Camino del Cid en placas, letreros, cruces, señales, etc. por todo el camino. Es uan lástima hacer el camino en esta época porque todo el campo está agostado y los montes por los que paso están bastante secos, pero con todo y con eso el paisaje es bonito y la experiencia de abordar una ruta de más de 1.000 km en solitario también me da aliciente para afrontarla con ámimo.

Paso por las Canteras de Cubillo del Campo y bajo un sol ya casi abrasador llego al pueblo donde paro a las 14:30 en el bar del pueblo para tomarme un pepito de ternera con cocacola y retomar camino tras escasa media hora de parada. La salida del pueblo, recién comido, a las 15:00 y cayendo todo el sol de plano, se hace por una subida como todavía no la he afrontado en todo el día. Es el Alto de Judas. Menos mal que no llegan a ser ni 2 km de subida. Desde ahí de nuevo se sigue por camino a través de los montes en una ruta que si quitas el exceso de calor resulta bastante llevadera.

Alcanzo Mecerreyes a las 16:00, tras una hora de pedalear muy agradablemente por los montes, y paro a reponer agua, beber algún refresco y ver como en el pueblo se alertan porque hay declarado un incendio enorme que llevo viendo en mi transitar desde hace media hora. Están tocando las campañas del pueblo y la gente está muy revolucionada yendo hacia el incendio para tratar de ayudar en lo que se pueda en su extinción. El cielo se cubre de negro y llegan a llover cenizas. No alcanzo a ver las llamas pero sí las columnas de humo muy densas.

Hasta aquí llevo hechos 48 kilómetros, que no está nada mal para ser el primer día, sin ninguna preparación previa y habiendo empezado la ruta a las 11 de la mañana. Decido que hasta Santo Domingo de Silos puedo llegar sin problema ya que solo me restan poco más de 20 kilómetros y a este ritmo deberé llegar antes de las 19:00.

Continúo de nuevo por mitad del monte en dirección Covarrubias, donde hago una parada breve para sellar y ver el pueblo, y veo que desde ahí y hasta Santo Domingo quedan unos 15 kilómetros y hay indicaciones en las que se aconseja a los ciclistas ir por carretera. El no haber planificado nada incluye no solo las etapas estimadas según kilometraje, sino también tramos a evitar con bici por las rampas o por su poca ciclabilidad. Esta va a ser la primera vez en toda la ruta que pueda comprobar que si vas a ciegas es muy factible que tomes un camino por el que o no puedas pasar o, si lo haces, sea de forma penosa.

Como no tengo información para decidir si puedo ir por monte o no, decido ir por el monte, que es mi opción primaria siempre. Y aquí empieza un calvario de unas 3 horas porque el monte se pone muy cuesta arriba, con el cansancio que llevo acumulado para ser el primer día y por la hora que ya es.

El camino por el monte desde que sales de Mecerreyes es ciclable aunque con muchísima piedra, lo que unido a los kilómetros que ya llevo en mi primer día hace que se me atraganten terriblemente los casi 12 kilómetros de dura subida que tengo por delante. La realidad es que el bosque por el que se pasa es bien bonito, pero lo disfruto muy poco pese a las múltiples veces en las que me paro a tomar aire. Tras un pequeño descanso al pasar por un pueblecito, Retuerta, los últimos 8 kilómetros de ascensión los haré en hora y media, a poco menos de 6 kilómetros por hora de media. La pendiente, siendo la más dura del día, tampoco era para sufrirla como lo hice, pero las fuerzas ya no me acompañaban y el camino en ascenso plagado de piedra suelta no ayudaba para nada. Además, de las casi 6 horas y media que me tiraré pedaleando a lo largo del día, más de 4 y media lo serán en ascenso. Con razón ya las piernas no me estaban respondiendo.

Llego por fin al alto a las 19:15. Delante de mí veo la bajada de poco más de 4 kilómetros que tengo hasta Santo Donigo de Silos. Enfrente tengo los montes de Cervera, que tendré que atravesar mañana a primera hora si decido arriesgarme a cruzarlos sin saber su ciclabilidad, y a su lado el desfiladero de la Yecla, que es la alternativa por carretera.

Empiezo el descenso y, como los caballos que huelen el establo, empiezo a dejarme ir cada vez más rápido. Aunque el camino está bien, tiene mucha piedra suelta y baches. En uno de ellos, a mitad de bajada, la rueda de atrás se golpea y me quedo sin aire casi de inmediato. Lo que me faltaba, reventón de la rueda trasera cuando estaba a punto de llegar. Y me toca hacer el primer pinchazo del Camino, con desmontaje de alforjas incluido.

Al llegar a Santo Domingo me toca buscar alojamiento, porque nada tengo planificado ni reservado ningún día. Así que lo primero que hago es ir al monasterio por si hubiera hospedaje disponible. Sé que en el mismo monasterio se puede uno hospedar y te puedes unir a los cánticos gregorianos de los monjes de madrugada, en maitines.

Después de esperar a que me atendieran un buen rato, resulta que me ofrecen el dormir en un albergue colindante que tienen muy bien preparado con capacidad para unas 10 personas. Estoy yo solo. Cuando el monje me pide la credencial y le enseñó el Salvoconducto del Cid me mirá malamente, pero le digo que soy peregrino en cualquier caso y aunque no vaya a Santiago (él supongo que pensaba que iba hacia Santiago por el Camino de Levante) sí que voy hacia Valencia donde está el Santo Grial. Y así queda el tema: el albergue para mí, duchazo del 10, cena tranquila en una mesa en la plaza del pueblo con las estrellas encima de mí. Me voy a dormir a eso de las 23:00. Mañana quiero estar dando pedales a las 08:00. Para ser el primer día del Camino no ha estado nada mal; 72 km, casi todos por monte, y sin apenas contratiempos. Las piernas parecen resistir aunque hayan llegado cansadas al final del día.

Hoy he pasado por: Burgos, Cortes, San Pedro de Cardeña, Modúbar de San Cibrián, Los Ausines, Cubillo del Campo, Mecerreyes, Covarrubias, Retuerta, Santo Domingo de Silos.