jueves, 30 de abril de 2009

Día 6. Fonsagrada - Lugo. 63,45 Km





Kilómetros: 63,45
Tiempo pedaleando: 4:36:22
Vel. media: 13,77
Vel máxima: 55,36

Amanece lloviendo. Hemos dormido de miedo. Desayunamos en un bar y empezamos la etapa.

Hoy sí que nos llueve con ganas desde el minuto cero y con frío. La carretera mezcla continuamente subidas a pequeños puertos con bajadas vertiginosas. El problema es que la lluvia es incesante y vamos empapados hasta los tuétanos. Pasado Montouto, en Paradavella, paramos a tomar algo caliente y tratamos de escurrir lo que se puede de los guantes y los abrigos. Podríamos rellenar varias botellas. Tenemos los pies y las manos más mojados que si los hubiéramos metido en una piscina.

El no haber forzado mucho ayer en los puertos lo veo recompensado en que hoy me duelen menos las patas.

Seguimos con la lluvia incesante. Lástima que despues de los días de enorme esfuerzo que llevamos cruzando y cruzando interminables montañas y haciendo siempre kilómetros de más respecto a los previstos, en el día de hoy que aparentaba ser una etapa más descansada y de disfrute, la lluvia nos impida hacerlo.

Pese a todo, llegamos a Castroverde, mitad de la etapa de hoy, hacia la una. Paramos de nuevo a escurrir y a tomar algo con la idea de despues seguir del tirón hasta Lugo. A ver si por un día llegamos medianamente temprano a destino.

Tenemos la suerte de que para de llover y, aunque no sale el sol, el pedalear se hace más comodo. Además tenemos la oportunidad de empezar a coger caminos de nuevo entre bosques, por lo que en esta parte de la etapa empezamos de nuevo a disfrutar.

Llegamos finalmente a Lugo. Mi familia ha salido también de Madrid al medio día y nos juntaremos esta noche para cenar. Se agradece porque los echo mucho de menos.

Llegamos al albergue de peregrinos, dentro de las murallas de Lugo, pero al decirnos que cierran a las diez, volvemos a buscar una pensión y a tratar de disfrutar un poco de la noche con mi familia.

Ya sólo nos quedan dos días para llegarnos a Santiago. Poco más de 110 kilómteros. Hemos pasando un calvario en estos días y nos ha costado, pero estamos a tiro de piedra. Y con la familia al lado. Vale la pena el esfuerzo.

Hoy hemos pasado por Fonsagrada, Padrón, Vilardongo, Pedrafitelas, Alto de Montouto, Montouto, Alto de Cerredo, Paradavella, A Degolada, Lastra, Alto de Fontaneira, Fontaneira, Alto de Carballín, O Cádavo, Alto de Vaqueriza, Vilalle, Castroverde, San Miguel do Camiño, Penalonga, Souto de Torres, Moreira, Nadela, Vilar de Cas, Soutomerille, Muiño de Pallota, Gondar, Bascuas, Carballido, Fazai, Lugo.

Día 5. Pola de Allande - Fonsagrada 75,12 Km




Kilómetros: 75,12
Tiempo pedaleando: 6:17:52
Vel. media: 11,92
Vel. máxima: 52,50

Nos levantamos con propósito de no salir tarde, pero todos los días lo hacemos más tarde de lo previsto, aunque hoy no mucho. Lo primero del día es subir el Puerto del Palo, de 14 kilómetros y el que dicen más duro de toda la ruta.

A diferencia del camino Francés del año pasado en el que tras dormir las patas se recuperaban sin problemas, en este camino es imposible y cuando te levantas por la mañana te duelen todas las patas de arriba a abajo.

Pese a que me pongo Bálsamo de Tigre, y con los puertos que hay que subir hoy, me propongo no forzar en absoluto y me hago todo el puerto a 6 km/hora. Hoy Pani está como una moto y tira en toda la subida sin parar.

El puerto es bellísimo y se disfruta mucho con las vistas. Cuando llegamos al alto, hace mucho frío, llueve y hace niebla. Hemos tardado en subirlo unas dos horas, subiendo 900 metros de altura.

Desde ese momento empezamos, siempre por carretera porque los caminos están impracticables, a tirar en dirección Grandas de Salime.

Otra diferencia con el Camino Francés es que los albergues están casi todos cerrados, las iglesias también y los caminos están casi sólo practicables para andarines, lo que te condena a hacer mucha carretera cuando lo haces en bicicleta.

A la altura de Lago paramos a tomarnos un reconfortante café. Tras otros pocos kilómetros de fatigosa subida, nos esperan unos diez kilómetros de deliciosa bajada hasta el embalse de Grandas de Salime. Espectacular paisaje.

Desde el embalse nos quedan 6 kilómetros de otra penosa subida hasta el pueblo de Grandas de Salime. En él nos quedamos a comer antes de proseguir camino, de nuevo por carretera, dirección Fonsagrada.

Según salimos de comer hay que seguir subiendo otros diez kilómetros. Estamos haciendo más puertos en este Camino que los que vamos a hacer en el resto del tiempo que montemos en bici. Llevamos 3 días absolutamente difíciles y exigentes, si no los 5 que llevamos.

Nos llegamos finalmente, de nuevo muy cansados, a Fonsagrada y de nuevo nos encontramos que el albergue está pasado el pueblo. Otra vez que dada la hora y el cansancio que llevamos, decidimos no hacer un kilómetro de más y nos quedamos en la Pensión Cantábrico. Cenamos como reyes, pulpo incluido, y nos vamos a dormir.

Hoy hemos pasado por Pola de Allande, El Mazo, Colobredo, Peñaseita, Fuente Les Muyeres, Puerto del Palo, Montefurado, Lago, Berducedo, Vistalegre, Grandas de Salime, Cereijeira, Castro, Peñafuente, Puerto del Acebo, Fonfría, Paradanova, Fonsagrada.

Día 4. Cornellana - Pola de Allande. 68,67 Km




Kilómetros: 68,67
Tiempo pedaleando: 5:21:57
Vel. media: 12,79
Vel máxima: 47,25

Hemos dormido muy bien y vamos a desayunar a Casa Dany de nuevo. Desayuno fenomenal y empezamos la subida al Alto de la Espina por el Camino. Antes pasamos por Salas y nos compramos unos Carajitos, unos dulces de avellana muy ricos.

Saliendo de Salas empieza realmente la subida del puerto. Se hace por un bosque precioso con un río al lado. A mitad de subida, y tras un par de rampas en las que había que bajarse de la bici y empujar, decidimos terminar la subida por la carretera.

Pani va desde el segundo día tocado de la rodilla. Hoy Julio se ha debido pasar con alguna pastilla y tira menos que el pedo de un marica. A Pedro también empieza a molestarle una rodilla.

Cuando llegamos al alto hemos tardado casi dos horas en completarlo. Si ayer nos hubiéramos empeñado en subirlo en vez de dormir en Cornellana, hubiéramos muerto seguro.

Nos vamos llegando sin mucho contratiempo hasta Tineo, mitad de etapa. Nos quedan 30 km todavía hasta Pola de Allande. Poco más adelante está la varinate de Hospitales, 15 kilómetros de solitarios e inhóspitos parajes que sólo se recomienda hacerlo por la mañana y con buen tiempo.

Como además son las cinco de la tarde, decidimos otra como la de ayer, carretera como locos y a hacer kilómetros. A partir de Tineo pillamos una bajada preciosa de unos 14 kilómetros; pero a partir de ese momento y hasta la llegada a Pola de Allande, todo es subida. No sé por qué, pero además de empezar nuevamente a llovernos, los kilómetros que nos van quedando aparentan ser más a medida que avanzamos. Las cuentas no nos salen.

El cansancio es tremendo, las montañas asturianas son muy exigentes. No vemos el momento de llegar y el cansancio físico se une al psíquico. Al final llegamos a Pola de Allande hacia las ocho de la tarde, muy cansados.

El albergue está tres kilómetros pasado el pueblo, al comienzo del Puerto del Palo. En ese momento todos desistimos de seguir y nos quedamos en la Nueva Allandesa a dormir. Bueno, y a cenar. Nos acoge Antonín, el propietario, y estamos conversando con él un buen rato. Nos prepara un menú de peregrino de los que hacen época, con tres platos, el paté de morcilla y el vino. Todo delicioso. Llego a la cama redondo como un botijo y emulo a Luis, me duermo antes de meterme en la cama.

Hoy hemos pasado por Cornellana, Espinedo, Villampero, Puente Villampero, Quintana, Casazorrina, Mallecín, Salas, El Llanón, El Couz, Alto de Porciles, Bodenaya, Alto de La Espina, La Pereda, La Millariega, El Pedregal, El Crucero, Tineo, Piedrafita, Quintaniella, Santullano, La Estrella, El Peligro, Gera, San Roque, San Facundo, Cerviago, San Félix, Ablaneda, Villafrontú, Pola de Allande.

Día 3 Oviedo - Cornellana. 51,25 Km





Kilómetros: 51,25
Tiempo pedaleando: 4:01:19
Vel. media: 12,79
Vel máxima: 48,20

Tras dormir y desayunar fantásticamente en el hotel que nos buscó María José, vamos a vistar la Catedral de Oviedo. Bien bonita. Visitamos al Salvador, que para eso hacemos esta parte del camino, y salimos de Oviedo. La salida está mal señalizada. Gracias a los mapas que llevamos nos vamos orientando.

Lo primero que nos toca es hacer una subida de 10 kilómteros por caminos hasta Cornellana, pero poco antes, a la altura de Loriana, Julio pincha. Lo arreglamos rápido y al volver a coger mi bici el cambio suena mucho. Despues de tratar de ver qué le pasa, de tocar los tornillos del cambiador y no sé cuantas cosas más nos damos por rendidos. La pieza entera del desviador se ha movido y éste va dando en la corona, impidiendo caminar.

Preguntamos el sitio más cercano donde puede haber un taller de bicis y nos dicen que en Oviedo. Eso significaría renunciar porque no disponemos de días para perder. Dejamos la cadena para que me funcione sólo el plato pequeño (las marchas más cortas) y con eso decidimos terminar la subida a Escamplero y desviarnos de la ruta hasta Trubia. Allí nos dicen que hay tiendas de bicis.

Nos llegamos a Trubia y allí nos dicen que no, que donde hay tiendas de bicis es en Proazas, otros 14 km más desviados aún de la ruta. En ese momento ya creo que debo desistir y dejar que mis compañeros sigan sin mí. María José me pone un mensaje diciéndome que se coge un día libre y me lleva otra bici, pero no compensa.

Veo que hay un taller de coches y pregunto. Sale un chaval que empieza a mirarme la bici. Despues se acerca el panadero con la furgoneta y entre uno y otro dan con el problema. La pieza entera del desviador debe haberse aflojado y a base de ir mirando el cambio logran ponérmela para que, aunque los cambios no terminan de ir bien del todo, sí lo suficiente para proseguir ruta. El taller se llama Tino. Muchas gracias a los dos por salvar mi Camino.

Comemos algo rápido y vemos que ya son las dos de la tarde y no hemos hecho más que 10 kilómetros. Seguimos por carretera hasta Grado. Al hacer una foto en grupo con el automático, a la altura de Peñaflor, la bici se desestabiliza y se cae. La cámara estaba apoyada en el sillín de la bici. La carcasa del objetivo se abolla, pero la cámara aparenta seguir pudiendo hacer fotos.

Seguimos camino y nos proponemos, ya que vamos yendo por carretera y avanzamos más, tratar de recuperar el tiempo perdido por la mañana. El objetivo es llegar a Cornellana, al pie del puerto de la Espina, o incluso subir éste hasta Bodeyana.

Subimos el alto de Cabruñana por paisajes bien bonitos y duros caminos por los que en algún momento tenemos que bajar de la bici y empujar porque la pendiente no hay quien la suba. Subiendo este puerto empieza a llovernos. Aunque no de forma intensa, sí lo suficiente para mojarte. No hay día que nos estemos librando de la lluvia por la tarde.

Cuando llegamos a la altura de Cornellana, destino inicial de la etapa, llueve con insistencia y son las siete y media de la tarde. Llevamos pedaleando mucho, pero decidimos subir el Alto de la Espina. Son 10 kilómetros más. Cuando llevamos sólo dos, paramos y llamamos al albergue de destino y nos dicen que hay sitio aún, pero ante la duda del tiempo que necesitamos para subir La Espina, la lluvia, la hora que es y el cansancio de la tarde, decidimos dar la vuelta y quedarnos en Cornellana.

Todo un acierto porque el albergue estaba muy bien, en el antiguo monasterio de San Salvador y Tino, el hospitalero nos atendió muy bien. Pudimos lavar ropa y nos fuimos a cenar a Casa Dany. Nos metimos un homenaje muy digo. Gracias Toñi.

Hoy hemos pasado por Oviedo, San Lázaro Paniceres, Lampajúa, Loriana, Faberín, Gallegos, Alto de Escamplero, Trubia, Berció, La Fueja, Nores, Llera, Vega de Anzo, Anzo, Peñaflor, Grado, Acebedo, Alto del Fresno, Alto de Cabruñana, Rebollada, Barrudo, La Rodriga, Cornellana, Espinedo, Cornellana (Monasterio San Salvador).