miércoles, 24 de junio de 2015

Día 12. Sagunto - Valencia 39,92 Km

Kilómetros: 39,92
Distancia ascendiendo: 13,270km 
Desnivel acumulado positivo: 113,50 metros
Altura máxima: 57,40 metros
Porcentaje máximo de subida: 4,92%
Porcentaje máximo de bajada: 3,38%
Tiempo pedaleando: 2:25 horas
Tiempo ascendiendo: 0:46 horas
Vel. media en movimiento: 16,53 km/h
Vel. media total: 12,19 km/h
Vel. máxima: 46,41 km/h
Sagunto

Massamagrell

A las 12:30 ya con 37 grados. Y eso que estamos en  Septiembre

Calle de La Paz hacia la plaza de la Reina

Plaza de la Reina y el Miguelete

En la puerta del Tribunal de las Aguas

Ya en Madrid, haciendo los últimos kilómetros

Caballero del Cid, ahí es nada

Pese al calor asfixiante que había en la habitación anoche, el aire acondicionado ha obrado milagro y he podido dormir. Según me levanto y desayuno en el bar del hotel vuelvo a sentir el shock de haber pasado una decena de días en un aislamiento casi completo en mitad de la naturaleza a entrar sin solución de continuidad en el ruido y bullicio constante de la civilización más rutinaria. Y no me gusta nada.

Tras desayunar de nuevo veo que la cámara que ayer tuve que cambiar al empezar el día está floja. Debe ser que ésta no la arreglé bien en Ateca o no dejé el tiempo suficiente para que secara el parche. Igual da. La cambio y salgo hacia Sagunto para tomar el camino hacia Valencia. Ya son las 09:40.

Hoy debiera hacer unos 40 kilómetros hasta Valencia y otros casi 100 más hasta Vallada, ya lindando las provincias de Alicante y Albacete, en busca de completar el bucle hasta Madrid a través del Camino de Levante y el Real de Guadalupe.

Y según salgo tranquilamente hacia Sagunto y siguiendo ya enfilado hacia Valencia a través de Puzol, Puig y La Puebla de Farnals, voy pensando en que esto es todo plano, todo asfalto, todo calor, todo coches, todo cruces, todo calor, todo mosquitos; en fin, todo lo que no quiero después de venir de los días en los que tanto he disfrutado yo solo en plena naturaleza.

Así que aunque el camino es llano y fácil, el ánimo se me va viniendo abajo. Hasta Madrid, según la ruta que tengo planificada, me quedan otros 500 o 600 kilómteros de tierras que conozco sobradamente, que no presentan en su mayoría ningún aliciente natural, que serán 4 o 5 días de pasar calor y comerme polvo.

Según voy dando pedales me va pareciendo que después de estas casi dos semanas sensacionales, lo poco que tengo por delante hasta Madrid no me representa aliciente alguno. Va cobrando cuerpo la idea de llegar a Valencia, tabicarme una buena paella, meter la bici en el autobús y estar por la tarde en casa dándome un baño en la piscina y durmiendo en mi cama.

Y así paso la mañana acercándome poco a poco a Valencia, pasando calor y tratando de ir con la boca cerrada para no comerme muchos mosquitos.

Todo llano, la mayoría por carriles bici de esos que han aflorado por todos los lados, en los que se aprovechan aceras y arcenes que se pintan de color rojo o verde, para poner una señal de carril bici y estar teniendo que cruzar todo el rato por cruces de carreteras y similar.

En Puig paro a desayunar, a las 11:00, tras solo 17 kilómetros recorridos. La idea de la paella y el autobús para casa ya no hay quien me la quite de la cabeza.

Más terreno llano pasando por Massamagrell, Massafallser y entrar en Valencia por Meliana y Alboraya.

En Valencia paso por la plaza del Ayuntamiento, por la plaza de la Reina, por el Miguelete y pongo el último sello en el salvoconducto y solicito que me lo manden. No te lo expiden en el momento sino que una vez que ven que tienes los sellos acreditativos de haber hecho el Camino, mandan la información a Burgos y desde la oficina del Camino del Cid en la que estuve al empezar el camino ahora hace 12 días, te lo mandan por correo a casa. Y bien chulo que es. Se lo tienen currado.

Me voy a la estación de autobuses, cerca del curso antiguo del Turia, saco billete para primera hora de la tarde y me voy a comer una paella tranquilamente.

Y lo demás ya es de poca historia. Tomo el autobús, llego a Madrid poco antes de las 21:00. En Madrid vuelvo a montar las alforjas en la bici y me voy dando pedales hasta mi casa a través de Madrid Río y de la Casa de Campo. Llegada a casa sin mayor contratiempo, ya anochecido, y reencuentro con la familia.

Y así de repentino termino este Camino del 2.014. Lo interesante lo hice, lo accesorio no. Lo suyo serái haberlo hecho entero, pero creo que los 5 días que me ahorré no me hubieran aportado nada frente a los 12 anteriores. El trayecto que no hice ya lo haré en otro Camino.

Hoy he pasado por Puerto de Sagunto, Sagunto, Puzol, Puig, La Pobla de Farnals, Massamagrell, Massalfassar, Albuixech, Meliana, Alboraya, Valencia.

viernes, 5 de junio de 2015

Día 11. Mora de Rubielos - Sagunto 127,93 Km

Kilómetros: 127,93
Distancia ascendiendo: 47,26 km 
Desnivel acumulado positivo: 2.361,30 metros
Altura máxima: 1.122,40 metros
Porcentaje máximo de subida: 20,28%
Porcentaje máximo de bajada: 28,60%
Tiempo pedaleando: 7:15 horas
Tiempo ascendiendo: 3:15 horas
Vel. media en movimiento: 17,63 km/h
Vel. media total: 11,42 km/h
Vel. máxima: 64,22 km/h
Rubielos de Mora

Rubielos de Mora

Hoces y valle del Mijares

Playas naturales del Mijares en Montanejos

Empezando a bajar el puerto de Arenillas

Llegando a Sagunto

De nuevo mañana fresca y despejada con perspectivas de calor durante el día. He vuelto a dormir del tirón tras el cansacio de ayer.

Me levanto con idea de hacer hoy muchos kilómetros porque aunque la mayoría del día de hoy la tengo que hacer recorriendo la sierra de Gúdar, creo que será todo por carretera o similar, lo que me dará para poder hacerlos pese a tener por delante terreno montañoso.

Otra razón por la que creo que haré muchos kilómetros es que Sagunto debe quedar como a 130 kilómetros y Valencia a unos 30 más; así que si el día se da bien igual me puedo llegar hasta allí.

Pero la primera en la frente para restarme tiempo según me levanto. Nada más ir a poner los bártulos en la bici veo el por qué ayer me costaba tanto pedalear al final del día. No era solo el cansancio que llevaba. Tengo una rueda pinchada. Así que echo una media hora en cambiar la cámara tranquilamente. Eso hace que hasta las 09:45 no empiece a dar pedales. Bieno, por otro lado eso me ahorra el frío de la primera hora de la mañana que sufrí ayer.

Enfilo por carretera hacia Rubielos de Mora. Toda la sierra delante de mí, fresca y apetecible como la mañana para disfrutar de ella plenamente. El perfil de la etapa será prácticamente descendente durante los 40 primeros kilómetros, hasta alcanzar el pantano de Arenillas y el pueblo de Montanejos.

El ir por carretera no es problemático debido a la baja circulación de estas carreteras. No me atrevo a cruzar toda la sierra por caminos porque la poca documentación que llevo del Caminono parece que lo aconseje y quiero evitar situaciones vividas en días anteriores de caminos no ciclables que me hacen retroceder y perder fuerzas y tiempo. Seguro que haber planificado bien la ruta me hubiera permitido conseguir trazados por montaña que fueran practicables, pero no lo hice y debo amoldarme a lo que tengo. En cualquier caso la ruta que he ido haciendo hasta ahora ha sido bien bonita y la que estoy empezando a disfrutar hoy también lo es. Y mucho.

Tras 12 kilómetros llego a Rubielos de Mora. Sello y me entretengo un buen rato en pasear por el pueblo que tiene calles muy chulas para ello. Salgo de Rubielos por la subida hacia la Cruz de los Huertos, desde la que se contempla una buena vista del pueblo y de todos los alrededores.

Antes de hacer 20 kilómetros llego a Fuentes de Rubielos. Este es un pueblo en el que pretendía dormir en la planificación inicial medio improvisada que ya descabalé en el segundo día de la ruta. Menos mal que no la he seguido porque aquí por no haber creo que no se ve ni un bar. Y para dormir hay un par de casas rurales donde trato de parar a sellar pero que están cerradas.

Desde aquí mi ruta sigue encajonándose cada vez más entre montañas buscando primero, y siguiendo después, el curso del río Mijares. Voy bajando de altitud a marchas forzadas. El paisaje precioso. La sierra de Gúdar para mí. El día espectacular. Qué gusto ir haciendo kilómetros así en la bici.

Al llegar al emblase del Arenoso hago una parada a desayunar en La Puebla de Arenoso. Son las 12:15 y llevo recorridos 30 kilómetros. Teniendo en cuenta la hora que es y que voy por carreterea se diría que llevo mucho retraso; pero el día es largo y nadie me persigue.

Tras escasa media hora prosigo bordeando el embalse hasta llegar a la pared de la presa. El agua sale enloquecida por el aliviadero. La carretera atraviesa túneles buscando salida por el estrecho cañón que forma el río. Vaya delicia de paisaje.

Justo antes de llegar a Montanejos el río forma unas piscinas naturales de aguas azules cristalinas que invitan al baño. Hay mucha gente que las está disfrutando. Son una maravilla. Y Montanejos está lleno de gente y de hoteles con aguas termales. Bien bonita toda esta zona. Son las 13:30 y llevo 42 kilómetros recorridos.

Desde aquí el río va abriendo valle tratando de dejar atrás los escarpes de la sierra de Gúdar buscando la costa de Castellón. Pero yo debo dirigirme hacia Sagunto, por lo que tras toda la mañana de disfrutar sin esfuerzo de la bici me toca trabajar un poquito y debo remontar todo lo bajado para cruzar el puerto de Arenillas. Hace un calor de justicia y, como otros días, me quito hasta la camiseta para empezar a subir el puerto tras reponer agua. En este Camino es en el que he bebido más agua de todos los que he hecho. Normalmente bebo muy poco cuando hago ejercicio; pero en este Camino, ya sea por el calor, por ir solo, por el kilometraje casi excesivo que hago en cada etapa, o por lo que sea, pero no paro de beber agua todo el día y de reponer la botella de agua en cada pueblo o fuente por la que paso.

El puerto de Arenillas es bonito de subir. Es lo suficientemente largo por esta vertiente, 12 kilómetros, y tiene el suficiente desnivel, 400 metros, para que tenga sus buenas rampas pero que no te mate. Una vez llego al alto el cambio de paisaje de una vertiente a otra es drástico: paso de las montañas y los farallones y las hoces de los ríos a una especia de meseta por la que discurre la vía natural de comunicación entre Valencia y Teruel. Es por ahí, a la altura de Caudiel, donde retomaré la Vía Verde de los Ojos Negros que abandoné poco después de Teruel hará un par de días.

Desde el alto del Arenillas, al que llego a las 15:00 tras 55 kilómetros recorridos, lo que me queda es tomar la Vía Verde en permanente bajada para restar los 900 metros de desnivel que hay desde aquí hasta el mar en Sagunto, destino que me fijo para hoy pese a que aún estoy a más de 70 kilómetros. La Vïa Verde y el perfil descendente me ayudarán.

La Vía Verde está muy bien acondicionada en casi todos sus tramos y el único inconveniente para mi ruta es que suele pasar cerca de los pueblos pero sin adentrarse en ellos, lo que no me permite ir visitándolos si no es desviándome de su recorrido cada vez que se pasa cerca de un pueblo. En Caudiel paro a comer un bocadillo rápidamente y continuo pedaleo en dirección Jérica y Altura.

La Vïa Verde termina a la altura de Torres Torres. Son las 19:00 y llevo recorridos 101 kilómetros. He hecho casi tantos kilómetros en las últimas tres horas que en el resto del día. Ahora me toca tomar la carretera hasta Sagunto.

Son unos 20 kilómetros en los que me parece pasar del cielo al infierno. Pasar de estar disfrutando por el campo y por la montaña de un silencio y aislamiento casi total a estar rodeado de coches, ruido, calor con una humedad asfixiante, mosquitos y yo qué sé cuantas incomodidades más.

Al llegar a Sagunto ya casi va anocheciendo y los lugares que veo para dormir no me gustan. Me pregunto si me compensa hacer unos kilómetros más hasta Puzol o hasta la playa de Sagunto. Al menos así podría dormir en algún sitio viendo el mar. Y en un hotel me recomiendan ir hacia el Puerto de Sagunto. Hasta allí me voy llegando ya cuando el sol deja de alumbrar. No sé si es mejor opción ésta que la de Puzol. El mar ni lo veo, la humedad es terrible, el calor de la habitación es bárbaro, los mosquitos están por todos los lados, coches, ruido, gente chillando, bullicio, uuuufffffffff. Llevo 11 días en una paz y entorno casi monacal y me doy de bruces con la civilización más desesperante. El cambio es demasiado brusco y me entra el bajón.

Voy a tratar de cenar algo y de asimilar que el Camino del Cid ya lo he disfrutado y que los 600 kilómetros que tengo planificados de vuelta a Madrid por el Camino del Levante y el Real de Guadalupe he de hacerlos con el mismo empuje que hasta ahora aunque van a ser exactamente el polo opuesto a lo que he disfrutado en estos 11 días.

Hoy he pasado por Mora de Rubielos, Rubielos de Mora, Fuentes de Rubielos, Olba,  Los LUcas, Los Cantos, La Puebla de Arenoso, Montanejos, Montán, Caudiel, Jérica, Navajas, Altura, Soneja, Algimia de Alfara, Torres Torres, Estivella, Gilet, Sagunto, Puerto de Sagunto.