sábado, 3 de mayo de 2008

Día 6. 65 Km. Villafranca del Bierzo - Samos

El día despierta bonito, con sol. Hoy toca la machada de subir el Cebreiro. Salimos los últimos del albergue junto con las canarias. Nos despedimos de Sofía y nos vamos al pueblo a desayunar.

Empezamos a pedalear por toda la vega del Valcarce hasta que empieza la subida del Camino al Cebreiro, que empieza mucho más tarde que lo hacen la carretera y la autopista, superando el mismo desnivel, pero en mucha menos distancia, por lo que la subida del Camino es mucho más dura. Cuando empezamos este peregrinaje creí que subiríamos por la carretera, pero vamos a echarle valor y lo hacemos por el Camino, por La Faba.

Nos encontramos con un colega en bici que nos dice que tiene a su vez otro colega que está en el alto y que dice que llueve. Me echo a temblar. En donde estamos, a pie de puerto, el tiempo es bueno. Con este colega compartiremos buena parte de la subida. Comenzamos a subir. Son 14 km de rampas muy duras sin descanso alguno. Es durísimo.
El colega que comentaba va tratando de subir yendo continuamente de lado a lado del Camino. Le costará menos, pero hace el doble de distancia.

Voy con buen ritmo, pero con las rampas tan duras, no queda más remedio que parar alguna vez para recuperar aliento. A media subida me quedo esperando a Julio y a Luis. Julio me adelanta y no espera. Cuando llega Luis nos comemos un plátano para recuperar fuerzas. Lo compartimos con el colega que resulta que trabaja en el metro de Barcelona.

Cuando corono la cima, hace casi tres horas que empezamos la ascensión. Julio ha podido finalmente subirlo entero, pero Luis no puede y hace el último km a pie. El último km de la ascensión la hago junto a otro ciclista que va cargado hasta los topes y que estaba haciendo un buen tramo a pie. Es alemán o por ahí. Me dice que hoy ha salido de Rabanal del Camino, de madrugada, por lo que se ha metido Cruz de Hierro y Cebreiro en la misma mañana. Le digo que es mi héroe y empiezo a cantarle el O sole mio. El tío se desternilla y me aplaude. Le digo que pare en Cebreiro a descansar hasta mañana o morirá. Dice que así lo hará.

Seguimos camino porque aún tenemos muchos km por delante y hemos de comer. Lo hacemos muy bien antes del alto del Poio. Hablo con mi familia que están de camino. Me dicen que tardan tres horas en hacer 60 km a la salida de Madrid del atasco que hay.

Nosotros seguimos camino después de comernos un petazo pote gallego para entrar en calor. Nos toca subir el alto de San Roque y el alto del Poio. Esto parece una etapa de la Vuelta Ciclista a España.

A partir de ahí, empieza la bajada. Vamos por unos caminos, corredoiras, de una belleza espectacular. Hemos dejado la sequedad de Castilla y estamos en unas montañas verdes de impresión. Vamos bajando durante 9 km seguidos hasta Triacastela por un camino precioso de bajada sin fin. El Camino está lleno de una mezcla de barro y excremento líquido y sólido de las vacas. Al principio tratas de evitarlo, pero enseguida pasas por encima sin más porque es tan abundante que hay tramos en los que no puedes sino pasar por encima. Después de los sufrimientos de los tres días anteriores, empezamos a disfrutar. Antes de llegar a Triacastela, en un frenazo en un curva empinada del camino, el freno trasero no resiste más y se rompe. Afortunadamente era un punto en el que no llevaba mucha velocidad y controlé. Si me pasa en otro momento de la bajada, me meto una buena piña. Cambio el cable, ajusto manetas y seguimos. Julio me ayudó, pero Luis no pudo. Dice que no tiene ni idea, que el año pasado tuvo un problema con una rueda y que le tuvieron que ayudar. Para que después digan de las mujeres.

En Triacastela coincidimos por fin con las familias. Nos echábamos de menos. Nos saludamos efusivamente, pero tenemos aún muchos km por delante. Aunque el destino planificado era Sarria, Luis está fundido y fijamos como destino Samos, además de ir por la carretera en lugar de ir por el monte, por Xan Xil, que castiga mucho con contínuas subidas y bajadas.

Con todo y con eso llegamos con las fuerzas justas a Samos. Nos alojamos en unas dependencias del antiguo monasterio. Es un barracón que me recuerda mucho al infame albergue de Burgos, aunque este aparenta algo más de limpieza. Cenamos con la familia y nos vamos antes de que nos cierren, a las diez y media de la noche.

Hoy hemos hecho 65 km.
Tiempo real pedaleando 4h 54 min
Vel. media 13,20 km/h
Vel. máxima 55,46 km
Hemos pasado por Pereje, Trabadelo, La Portela de Valcarce, Vega de Valcarce, Las Herrerías, La Faba, Laguna de Castilla, O Cebreiro, Liñares, Hospital de la Condesa, Alto do Poio, Fonfría, Viduedo, Filloval, Triacastela, Reche y Samos.


En La Portela de Valcarce, antes de subir a O'Cebreiro:



La cima de O'Cebreiro. Este animal se había hecho en esa mañana Cruz de Ferro y Cebreiro.



En O'Cebreiro:



Bajando hacia Triacastela:



La curva donde rompí frenos. Menos mal que había frenado antes para cruzar la carretera:

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esto de la curva nos recuerda alguna famosa curva tuya en plan campeón subido en un quad, donde acabaste en medio del lago...

Saludos, Asociación "Todavia me estoy descojonando de Juanma"